miércoles, 14 de abril de 2021

 


Óyeme con los ojos,
Ya que están tan distantes los oídos,
Y de ausentes enojos
En ecos de mi pluma mis gemidos;
Y ya que a ti no llega mi voz ruda,
Óyeme sordo, pues me quejo muda.
-Sor Juana Inés de la Cruz.-


 


"En resolución, él se enfrascó tanto en su lectura, que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio; y así, del poco dormir y del mucho leer se le secó el cerebro de manera, que vino a perder el juicio. Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en libros, así de encantamientos como de pendencias, batallas, desafíos, heridas, requiebros, amores, tormentas y disparates imposibles; y asentósele de tal modo en la imaginación que era verdad, toda aquella máquina de aquellas soñadas invenciones que leía, que para él no había otra historia más cierta en el mundo."

"En efecto, rematado ya su juicio, vino a dar en el más extraño pensamiento que jamás dio loco en el mundo, y fue que le pareció convenible y necesario, así para el aumento de su honra, como para el servicio de su república, hacerse caballero andante, e irse por todo el mundo con sus armas y caballo a buscar las aventuras, y a ejercitarse en todo aquello que él había leído que los caballeros andantes se ejercitaban, deshaciendo todo género de agravio, y poniéndose en ocasiones y en peligros, donde acabándolos, cobrase eterno nombre y fama."

"Limpias pues, sus armas, hecho del morrión celada, puesto el nombre a su rocín, y confirmándose a si mismo, se dio a entender que no le faltaba otra cosa si no buscar una dama de quien enamorarse; porque el caballero andante sin amores era árbol sin hojas y sin fruto, y cuerpo sin alma."

El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.


 


Estar a la altura del propio ser depende tanto del esfuerzo como de la buena fortuna. Ante la grandeza de espíritu hay que saber quebrar esa senda que separa la proyección de si del self. La praxis es eco del espíritu, nuestras acciones nos revelan la grandeza de si o nuestra pequeñez.


 


La relación del hombre con el lenguaje está estrechamente vinculada a la relación del hombre con las cosas, y en definitiva, con la relación con otros seres humanos y con el mundo.

“La idea del lenguaje como instrumento de información es hoy una cuestión de extremada urgencia. La relación del hombre con el lenguaje está experimentando una transformación cuyas consecuencias aún no estamos preparados para afrontar.

La evaluación de esta transformación no es perceptible inmediatamente.

Además, está sucediendo en el mayor de los silencios.

Ciertamente, debemos reconocer en el lenguaje cotidiano aparece como un medio de comunicación y como siendo utilizado para las relaciones cotidianas de la vida.

Ahora bien, hay otras relaciones además de las cotidianas. Goethe las llama relaciones profundas y dice del lenguaje: En la vida cotidiana nos conformamos con un uso precario del lenguaje… …por que solo nos referimos a las relaciones superficiales, pero en la medida de que se trata de relaciones profundas, interviene otro tipo de lenguaje, el poético”.

-Martín Heidegger-.


 



He soñado más de lo vivido
te he pensado tanto tanto...
que el espacio infinito de mi imaginación
se extingue lentamente con tu silencio
sin tus colores.